Desokupas

Partamos de la base de que la Iglesia está okupada de herejes, apóstatas, depravados y sinvergüenzas. Todos ellos son modernistas y liberales y sus objetivos son los de la masonería: la fraternidad universal, la religión única, la libertad y la independencia respecto a Jesucristo… Los sarmientos quieren autodeterminarse de la Vid Verdadera. Y no se dan cuenta de que, arrancados los sarmientos de la Vid, sólo sirven para echarlos al fuego, que es lo que les espera en el Infierno.

No dicen abiertamente lo que quieren decir: “Queremos contradecir la Palabra de Dios”. Pero están introduciendo una nueva hermenéutica con la que quieren reconciliar la Palabra de Dios con estas ideologías anticristianas». «Pero no podemos reconciliar a Cristo y el Anticristo». son multitud los enemigos de la cruz de Cristo. El término de ésos será la perdición, su Dios es el vientre, y sa gloria en su vergüenza, que tienen el corazón puesto en las cosas terrenas. Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde esperamos al Salvador y Señor Jesucristo.

La mayoría de los prelados, empezando por el Papa, ya no son católicos, sino liberales: ya no ponen a Cristo en el centro, sino a la persona libre, autónoma y autodeterminada del liberalismo, que lleva corrompiendo el mundo y extendiendo el reinado de Lucifer desde la Revolución Francesa. Hay que pisar a Cristo Crucificado, quitar las cruces de nuestros pueblos, quemar iglesias y catedrales y despreciar y humillar a los verdaderos Hijos de Dios, fieles a Jesucristo hasta el derramamiento de sangre si hace falta. Ya no hay que preocuparse por la salvación, porque no creen en el más allá. Por eso predican lo mismo que la ONU o el Foro de Davos: el calentamiento global, la crisis climática y los objetivos de la Agenda 2030: todo de tejas para abajo. Hay que salvar el Planeta y la Madre Tierra: no las almas de los que peregrinamos por este valle de lágrimas.

Nosotros queremos vivir en gracia de Dios para ir al cielo, porque hay cielo y hay infierno y purgatorio. La sociedad laica es la dictadura de las mayorías manipuladas por la plutocracia internacional. Y esas mayorías siguen gritando. «¡Crucifícalo, crucifícalo!». Vivimos en la tiniebla del pecado y la única Luz es Cristo. A Él el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Los que no temen a Dios son promocionados a los más altos cargos de la Iglesia y los que ocupan cargos elevados parecen recibirlos como premio a su impiedad. Los buenos obispos son condenados y apartados, mientras que los blasfemos y los herejes son promocionados.

Como dice Santo Tomás de Aquino, si la fe estuviera en peligro – y lo está –, un súbdito debe reprender a su prelado incluso en público. (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica II, II, q. 33, a. 45). Cuando la necesidad obliga, no sólo los que están investidos con el poder de gobernar están obligados a salvaguardar la integridad de la fe, sino que «cada uno tiene la obligación de manifestar su fe, ya sea para instruir y animar a otros fieles, o repeler los ataques de los incrédulos».

La misericordia y la caridad no consisten en contentar al mundo, considerando ahora bueno lo que siempre fue pecado mortal. La misericordia y la caridad van de la mano del bien moral, del cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Dios. Lo que Dios condena nadie tiene poder para corregirlo y convertir el pecado en bendición. Nadie es más misericordioso que Dios y a Dios no le pueden enmendar la plana para que el mundo aplauda. Si alguno ama al mundo, no está en él la caridad del Padre. 

¿Y qué creo yo que hace falta? Un renovado Requeté, que defienda los derechos de Dios de los enemigos de Cristo, tanto fuera como dentro de la propia Iglesia. Hace falta un requeté no violento, con el Santo Rosario en las manos. Pero un requeté que les meta el miedo en el cuerpo a los sacrílegos, a los blasfemos, a los impíos. Que piensen que puede que no les salga gratis atacar un templo o profanar un sagrario. ¿Se atreven alguien a burlarse de los mahometanos? ¿Verdad que no? Se guardan muy mucho de atacar al Islam. Pero como atacar a los católicos les sale gratis, pues a por ellos. Y les recuerdo que la defensa propia es un derecho de cualquier ciudadano y que la garantía de los derechos de Dios es una obligación de todo bautizado.

No hay que usar la violencia, salvo que ellos empiecen primero. En la mano, sólo el rosario. Pero la presencia de un grupo compacto y fornido espiritualmente ante los enemigos de Cristo, les hará pensar dos veces si les trae cuenta. Y otro tanto ante los enemigos internos: que un cura o un obispo predica una herejía, pues allí tendrá que ir el Requeté a recordarle la verdadera doctrina.

Requisitos: vivir en gracia de Dios (confesarse a menudo), ir a Misa a diario y rezar cada día el santo rosario. Lo importante es la caridad y el amor de Dios. Lo demás vendrá por añadidura.

Hay que desokupar España y la Iglesia de impíos, de apóstatas, de afeminados y de malnacidos. Sólo así reconquistaremos algún día España para gloria de Dios.

Y recordemos todos que esta misión no está en nuestras manos que triunfe. Nosotros somos arcilla en manos de Dios. Pero Él es el Rey de reyes, el Señor de señores y el Alfa y la Omega. El mundo, el universo, España y la vida de cada uno de nosotros está en sus manos. Y la victoria no será en ningún caso nuestra, sino de nuestro Señor Jesucristo.

El Corazón de María triunfará en España.

¡Viva Cristo Rey!

¡Guerra contra Lucifer! (Lucifer lo tienes negro)

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